Cofradías y Hermandades de Semana Santa

Cofradías y Hermandades de Semana Santa

ARANDA DE DUERO

ARANDA DE DUERO

 

LA SEMANA SANTA EN ARANDA DE DUERO

 

 

La festividad más importante del cristianismo es la Pascua de Resurrección que culmina la Semana Santa, donde rememoramos anualmente la pasión y muerte de Jesucristo.

En Aranda sabemos que en el siglo XV ya se celebraban procesiones porque en el pleito que genera el plano de la villa, fechado en 1503, se dice que por el callejón del Pozo no pueden pasar procesiones porque está lleno de inmundicias.

 

Los franciscanos llegan a nuestra villa a principios del siglo XVI y será en su convento donde, posiblemente, comiencen a celebrarse las primeras procesiones penitenciales durante los principales días, Jueves y Viernes Santo con la llamada "procesión de los pasos" o de las "disciplinas", lo cual nos indica que por aquellos años había disciplinantes en la procesión.

 

En Marzo de 1518 la corte del rey D. Carlos I llega hasta Aranda para despedir a su hermano el príncipe D. Fernando, era Semana Santa y la crónica dice: que el Miércoles Santo pasó el día en la Villa y por la tarde hizo cantar las tinieblas en la iglesia de Santa María con los músicos de su Capilla Real.

 

Será, avanzado el siglo XVI, cuando nazcan las cofradías de pasión tras la evolución de las de disciplina; en el siglo XVII los actos penitenciales, principalmente el Descendimiento, pasan de celebrarse en el convento de los Franciscanos a la iglesia de Santa María con el traslado de la imágen a la parroquia; y en el siglo XVIII se prohíbe la penitencia pública de la fragelación .

 

El obispo de Osma, D. Bernardo Antonio Calderón, visita Aranda en 1784 y “...observa de cerca las costumbres y carácter propio de las funciones de las cofradías de Aranda y desde luego vio cuanto había decaído y degenerado de su primer espíritu aquella procesión del Jueves Santo...”,”...El Prelado no vio otro remedio posible más que la abolición de la procesión, y la suprimió...”. Esto hace suponer que las imágenes que se utilizaban en la procesión de la "disciplina" o de "los pasos" terminan por desaparecer porque serían de papelón, material muy vulnerable. Continua celebrándose el Descendimiento y la procesión del Santo Entierro.

 

En el año 1936 se publica el libro “ COSAS DEL SIGLO PASADO, de D. Adelfo Benito y D. Santos Arias de Miranda. donde podemos leer como se celebraba a principios del siglo XX.

 

"...Pasaba el largo período de la Cuaresma desembocando, por fin, en la Semana Santa, con sus solemnidades acostumbradas: Oficios, procesiones y demás ceremonias inherentes a esos días; nada diremos, puesto que siguen lo mismo, aunque hay costumbres que se han perdido a través del tiempo; no veréis ya las familias en grupo recorriendo los Sagrarios el día de Jueves Santo, ni veréis a la señora con el vestido de gro brillante, tocada con la mantilla negra españolísima. Tampoco el caballero enlevitado y enchisterado. En la procesión del viernes echareis de menos en los “carapuchetes” el alto cucurucho de tela negra y la cara cubierta que les daba más carácter..."

 

"...Tampoco vendrán ya aquellas cuadrillas de mozas de Fuentespina, Sinovas y Villalba principalmente, primorosamente ataviadas, recorriendo las calles y las casas para cantarnos el arado, la baraja, el reloj, canciones que, aunque de una ingenuidad casi infantil, no dejaban de encerrar alguna filosofía en su contenido..."

 

"...El aspecto de la población era también más solemne, sobre todo el Jueves Santo. Lo celebraban todos de distinto modo y manera, puesto que a más de los oficios mañaneros se reunían por la tarde en alguna huerta  las personas graves, y los que no lo eran tanto, a jugar a las chapas, costumbre, no sabemos por qué, seguida en Castilla en estas fechas. En los Casinos se quitaban las bandas de las mesas de billar y en la Tertulia pagaba limonada a la gente joven el decano de los mozos viejos. Durante la procesión del viernes íbamos los chicos formando parte del cortejo con nuestro libro del que nos habíamos provisto mediante una moneda de dos cuartos, cantando entero y sin mixtificaciones aquello: ¡Oh¡ ¡Jesús¡ “Re” amoroso..."

 

"...El día de Pascua, procesión solemne, pintoresca, típica y exhibición del Ángel con público incluso de los pueblos circunvecinos. Todos los años la vemos y, sin embargo, siempre nos parece nueva y tiene siempre algún encanto más..."

 

A finales de los años cuarenta un grupo de personas, deseosas que en Aranda adquiera un mayor realce procesional la Semana Santa, se ponen en contacto con el párroco D. Gaudencio Moreno para que les asesore y les ayude en sus proyectos.

 

Comenzaba el año 1950 cuando dicho párroco, acompañado de D. Alejandro de la Higuera, artesano y artista local, viajan a Madrid para adquirir las imágenes que desfilarían paulatinamente en los siguientes años; en la casa de Santa Rufina comprometen los pasos de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén (conocida como la Borriquilla), la Oración de Jesús en el Huerto, Jesús Camino del Calvario (conocida como la Caída) y la Fragelación (conocida como los Azotes a la Columna), el presupuesto total fue de 25.000 Ptas. que se consiguieron mediante rifas y donativos, todas estas imágenes procedían de los Talleres de Arte Cristiano de Olot (Gerona).

 

En el programa de 1954, primero en el que figura la programación de la Semana Santa, puede leerse: Lunes Santo, a las 8 de la noche Vía-Crucis penitencial con el paso de la “Fragelación” saliendo de la ermita de Santo Cristo, para terminar en Santa María con la adoración a las llagas del Señor, (figura en la procesión del Viernes Santa a cargo de las cofradías de San Cristóbal y San Crispín), y continua, Martes Santo, a las 8 de la noche procesión de las caídas, saliendo con el paso de “la Caída del Señor” desde la Ermita de la Virgencilla hasta Santa María, donde se terminará con el canto del miserere con predicación alusiva al acto, (figura en la procesión del Viernes Santo a cargo de las cofradías de San José y San Antonio).

 

En 1958 todo estaba programado cuando el sábado, 14 de Marzo, víspera de Domingo de Ramos, se hunde, por la ruina de una bodega, la ermita del Santo Cristo, quedando seriamente dañado el paso de la Fragelación, al año siguiente los dos pasos dejan de procesionar; como ninguno de los dos llegó a tener cofradía propia quedaron sumidos en el olvido hasta tal punto que de ellas nunca más se supo, las imágenes terminaron por desaparecer desconociéndose que se hizo con los pasos y donde fueron a parar.

 

A partir de estos años será cuando se empiece a configurar la Semana Santa como la conocemos en nuestros días, con la fundación de nuevas cofradías que ya no se ceñirán exclusivamente a los principales días, sino que irán ocupando el espacio que va desde el Domingo de Ramos al Domingo de Pascua celebrando procesiones  todos los días de la Semana Santa, donde, afortunadamente, seguimos conservando dos actos que hunden sus raíces en las representaciones populares del Siglo de Oro, como son: la ceremonia del Descendimiento y la Bajada del Ángel.

 

Pero la Semana Santa arandina, sobre todo, es la historia de sus cofradías que a continuación detallamos.

 

Hermandad: "La Oración de Jesús en el Huerto" - Fundación año 1954

 

Cofradía: "Nuestra Señora de los Dolores" - Fundación año 1990

 

Hermandad: "Jesús Camino del Calvario" - Fundación año 1995

 

Hermandad: "Nuestra Señora de la Piedad y Santísimo Cristo de la Agonía" - Fundación año 1958

 

Hermandad: "Santísimo Cristo del Milagro" - Fundación año 1952

 

Cofradía: "Santo Entierro de Cristo" - Fundación siglo XVI-XVII

 

Cofradía: "Santo Cristo de la Salud y Ntra. Sra. Virgen de la Soledad" - fundación siglo XVI-XVII

 

Cofradía: "Nuestra Señora de la Misericordia" (Virgen de las Candelas) - fundación siglo XVI

 

Hermandad: "Resurrección de Cristo" - fundación año 2017

 

 

 

 

 

 

 

DOMINGO DE RAMOS

 

ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS EN JERUSALÉN

“Borriquilla”

 

 

En el año 1955 procesiona por vez primera la imagen de La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. La imagen fue sufragada por los niños de las escuelas arandinas que cada cierto tiempo entregaban unos cuantos céntimos a sus maestros que ejercían de depositarios de estos emotivos y pequeños tesoros, cuando se tuvo recaudada la cantidad necesaria, se compra la imagen en Madrid, si bien su procedencia es de los talleres de Arte Cristiano de Olot (Gerona).

 

La imagen se quedó alojada en la capilla del colegio de la Vera-Cruz, hoy parroquia de San Juan de la Vera-Cruz donde continua actualmente. Las procesiones de aquellos primeros años estuvieron organizadas por los maestros y maestras de las escuelas a los que acompañaban todos los escolares que portaban en sus manos ramas de romero adornadas con rosquillas y duros de chocolate; en la procesión desfilaba un grupo de niñas y niños vestidos a la usanza hebrea, con túnicas blancas y tocado de color azul, en los niños y rosa en las niñas; estas ropas, parece ser, que fueron confeccionadas por la congregación religiosa de las Hijas de la Caridad que regentan el colegio de la Vera-Cruz.

 

Los cambios que se produjeron en el sistema de la enseñanza en los años setenta provocan la desaparición de la procesión, que al no tener cofradía propia no hubo quien se hiciera cargo de ella; durante los años 78 al 83 solamente se traslada la imagen hasta la Plaza Mayor donde se celebra misa para todos los niños, regresando a su parroquia, sin procesionar, una vez concluida la ceremonia.

 

Cuando en el año 84 se empieza a gestar la Coordinadora de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa, uno de los primeros proyectos es recuperar la procesión del Domingo de Ramos, para ello se llega a un primer acuerdo en el que de forma rotativa la procesión la organice cada año una cofradía de las que integran la coordinadora, iniciándose la procesión en diferentes parroquias para terminar en la suya, como ya se hiciera antes de la suspensión, haciendo partícipes de esta manera a todos los barrios. En el año 89, una vez concluido este sistema rotativo se decide que la organización corra a cargo de la coordinadora, que se constituye oficialmente el año 86. En el año 2002 la hermandad de La Oración de Jesús en el Huerto, cuya sede está en la misma parroquia, comunica a la coordinadora su deseo de hacerse cargo de la procesión.

En la actualidad aunque la organización corre a cargo de esta Hermandad participan en ella todas las cofradías y hermandades penitenciales con sus estandartes y sus cofrades infantiles ataviados con sus respectivas túnicas, lo que le aporta un gran colorido.

 

 

 

 

 

 

 

LUNES SANTO

 

HERMANDAD

DE LA ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO

 

En el año 1954 procesiona por vez primera la imagen de La Oración de Jesús en el Huerto, según el programa de mano de la época. Es de suponer que ya en el año 52 o 53 se tuvieran las primeras reuniones para su fundación y redacción de estatutos, (desde el primer momento desfila en la procesión conjunta del Viernes Santo).

 

La hermandad nace con vocación gremial, ya que fueron los ferroviarios quien se hicieron cargo de ella, con la perspectiva de que solamente estos profesionales fueran sus integrantes, Aranda en aquellos años era un nudo ferroviario de cierta importancia y numerosos sus trabajadores. La imagen se compra en Madrid, si bien su procedencia es de los talleres de Arte Cristiano de Olot (Gerona), los fondos se consiguen mediante sorteos y rifas, quedando alojada en la capilla del colegio de la Vera-Cruz, hoy parroquia de San Juan de la Vera-Cruz, donde tras algunas vicisitudes, se encuentra en la actualidad.

 

Durante los años 54 y 55 procesionan el Miércoles Santo, siendo el año 56, al reorganizarse la Semana Santa, cuando pasan al Lunes Santo. Al convertirse la capilla de la Vera-Cruz, en el año 66, en parroquia, son obligados a trasladarse con su imagen hasta la iglesia de San Juan Bautista, que se cierra al culto por traslado a la Vera-Cruz, donde permanecerán hasta el año 86. La historia de la hermandad transcurre con normalidad, a pesar de este percance, hasta el año 1969, en el que se procede al traslado de la mayor parte de los trabajadores de Renfe a otros destinos, entrando la hermandad en una crisis que les obliga, durante los años 70 y 71, a no poder organizar la procesión por falta de cofrades; con el entusiasmo de los que habían quedado en la villa, se vuelve a sacar a la calle los años 72 y 73, pero la realidad es muy dura y de nuevo tienen que dejar de procesionar durante los años 74 y 75, por fin, en el 76 y desde la parroquia de Santa Catalina para terminar en la iglesia de San Juan Bautista, vuelven a formar parte de la Semana Santa arandina.

 

Para la supervivencia se hace necesario un cambio y la lista de la hermandad tiene que dejar de ser gremial y abrirse a todos cuantos quieran pertenecer a ella, de esta manera logran sobrevivir y poder llegar hasta nuestros días, incluso teniendo en la actualidad matices de hermandad de barrio, al poder regresar a san Juan de la Vera-Cruz, su iglesia de origen, en el año 1986; en este año empieza a ser admitida de forma oficial, en la hermandad, la presencia de la mujer. En el año 97 la imagen es trasladada hasta Olot para su restauración. En los mismos talleres de Olot adquieren en 2009 la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno para incorporarla a su procesión.

 

La hermandad comenzó con 26 hermanos y en la actualidad pasan del centenar entre hermanos y hermanas, contando con banda de cornetas y tambores propia. Su habito, confeccionado en tela de raso, está compuesto de túnica blanca con botonadura, cíngulo capuchón y capa en color verde aceituna, guantes blancos y zapato negro; en la esclavina del capuchón y en la capa, a la altura del hombro izquierdo, va bordado, sobre fondo blanco, el emblema de la hermandad, que consiste en una cruz de color marrón sobre una rama de olivo color verde, dispuestos en aspa; se alumbran con un vistoso farol de latón-bronce que se apoya en la cintura.

 

En un principio celebraban su fiesta el segundo domingo de Julio, y como el verano se ha convertido en época de vacaciones, con el fin de facilitar la asistencia, en la actualidad se celebra el primer domingo de cuaresma.

 

 

 

 

 

 

 

MARTES SANTO

 

COFRADÍA DE

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

 

En el programa del año 1954 figura la primera programación de los recorridos procesionales  de la Semana Santa en el que puede leerse: Domingo de Ramos, “a las 8 de la noche, en Santa María, sermón de los Dolores, por D. Julián del Olmo, a continuación, procesión con la Dolorosa. Este año figura en el orden de la procesión conjunta del Viernes Santo a cargo de la cofradía de la Asunción. La imagen de la Virgen de los Dolores se compra en Madrid, posiblemente, a finales de los años cuarenta, su procedencia es de los Talleres de Arte Cristiano de Olot (Gerona); aunque no hay documentación al respecto, se sabe que la imagen fue un regalo de la familia Seijas-Berdugo para que las mujeres de Aranda pudieran participar en las procesiones de Semana Santa, ya que en las cofradías tradicionales no se las dejaba ingresar; en esta primera etapa no llegó a tener hermandad propia; se desconoce concretamente en que año empezó a procesionar, pero se deduce que antes del 50 ya lo hacia.

 

En el año 1956, al reorganizarse la Semana Santa, los actos se pasan a celebrar el viernes de dolores. En el 59 deja de salir en la procesión del Viernes Santo y en el 61 se produce una nueva reorganización al dejar de procesionar las imágenes de la Fragelación y Jesús de la Caída, los actos de los Dolores pasan entonces a celebrarse el Martes Santo según figura en el programa: “a las 8 de la noche, en la iglesia de la Vera-Cruz (Santa María se encuentra este año en obras), rosario, novena y sermón de los Dolores por el Rvdo. Adolfo Mecerreyes, coadjutor de Santo Domingo, seguidamente procesión de la Dolorosa. En el 62 vuelve a celebrarse en Santa María, una vez concluidas las obras, hasta el 64, último año que se celebran los actos y procesión de los Dolores. A partir de este año el Martes Santo se celebra un Vía-Crucis sin acompañamiento de ninguna imagen.

 

En los años ochenta las mujeres quieren tomar parte activa en las procesiones de Semana Santa y procurando que nadie las vea se meten en los desfiles procesionales, esta circunstancia se comenta en la coordinadora de cofradías y la primera conclusión a la que se llega es tratar de recuperar la imagen de la Virgen de los Dolores y ver la posibilidad de crear una cofradía bajo esta advocación y que pueda estar integrada únicamente por mujeres; tras numerosos contactos con algunas interesadas, múltiples reuniones y dificultades varias, en 1990 se redactan los estatutos de la nueva cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y en 1991 realiza su primera salida procesional una vez recuperada la imagen de la Virgen, olvidada en la parroquia de Santa María durante varios lustros; en el programa de este año se puede leer: “Martes Santo 26 de Marzo a las 9 de la noche, procesión de la Virgen de los Dolores desde la Parroquia de Santa María". Eligen el Martes Santo para desfilar al ser el día que continuaba vacío desde entonces.

 

En el año 1995, al fundarse la hermandad Jesús Camino del Calvario, las proponen el realizar la procesión del encuentro, a lo que acceden, quedando desde ese año, el Martes Santo, con dos cofradía-hermandad que procesionan desde parroquias diferentes; llegados a la confluencia del Arco Isilla se produce el encuentro entre Jesús, que va camino del calvario, y su madre, momento en el que un sacerdote dirige la palabra a los asistentes; este acto se ha convertido en uno de los que más afluencia de gente reúne en los días de la Semana Santa. La cofradía comenzó con 68 hermanas y en la actualidad la conforman más de un centenar, no cuenta con banda propia, siendo acompañadas el Martes Santo por la banda de cornetas y tambores "Arcos del Duero" y el Viernes Santo por la "Asociación de dulzainas y tambores Villa de Aranda". Visten para la procesión traje de chaqueta negro con peineta y mantilla española, zapatos y guantes negros de rejilla, al cuello llevan medalla de plata con la efigie de la virgen, emblema de la cofradía y única joya que les está permitida lucir en la procesión, se alumbran con cirio eléctrico.

 

Celebran la fiesta de la cofradía el primer domingo de Octubre.

 

 

 

 

 

 

 

MARTES SANTO

 

HERMANDAD DE

JESÚS CAMINO DEL CALVARIO

 

En 1994, recién concluida la Semana Santa, un grupo de jóvenes arandinos se pone en contacto con la coordinadora de cofradías por que quieren fundar una nueva hermandad y su deseo es procesionar la imagen de la caída; en junio ya tenían 11 cofrades y contactos con personas vinculadas al paso desaparecido para su posible recuperación, a finales de año elaboran una revista publicitaria cuyos ingresos servirán para afrontar los primeros gastos y dará a conocer a los arandinos el proyecto que se está gestando; al finalizar el año cuentan ya con 45 miembros.

 

Con las orientaciones de la coordinadora y la confección de los estatutos, que serán aprobados por el obispado en 1995, queda fundada la “Hermandad de Jesús Camino del Calvario”, con sede en la parroquia de Santa Catalina, en el populoso barrio del mismo nombre donde ingresan como grupo parroquial, colaborando en diversas actividades.

 

Tras la búsqueda infructuosa del paso desaparecido, mediante rifas y aportaciones personales, compran en Olot las dos imágenes principales de las cuatro que componían el conjunto, Cristo caído y el Cirineo que le sujeta la cruz, siguiendo un modelo similar al desaparecido.

 

De común acuerdo con la hermandad de Nuestra Señora de los Dolores desfilan el Martes Santo realizando el acto del encuentro de Jesucristo y su madre en el camino del Calvario. En el programa del año 1995 puede leerse: “Martes Santo, 11 de Abril, 20,30 horas, partiendo de la Iglesia Parroquial de Santa Catalina, procesión de la Hermandad de “Ntro. Padre Jesús Camino del Calvario”.

 

En el año 1996 se adquieren, mediante donativos y rifas, las dos imágenes de los sayones que completan el paso para igualarlo con el desaparecido; la hermandad desde el momento de su fundación admite a la mujer.

 

Su primera salida procesional la realizan con 105 hermanos y hermanas; cuenta con banda de cornetas y tambores propia y su hábito, confeccionado en tela de raso, lo componen túnica y capuchón de color amarillo-dorado, botonadura y capa morada, guantes blancos y cíngulo amarillo y morado; en la esclavina del capuchón va bordado, en color marrón sobre fondo blanco, el emblema de la hermandad, que consiste en una cruz sobre una corona de espinas y sobre la cruz tres clavos, en la capa, a la altura del hombro izquierdo, va bordado el rostro del Cristo caído; se alumbran con báculo rematado en farol.

 

En la Semana Santa del año 2015 estrenan el paso de "La Santa Cena", obra en talla del taller murciano del escultor Domingo García Espejo, que será igualmente el encargado de realizar el trono procesional.

 

Celebran su fiesta anual el cuarto domingo de cuaresma.

 

 

 

 

 

 

MIÉRCOLES SANTO

 

HERMANDAD PENITENCIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA PIEDAD Y SANTÍSIMO CRISTO DE LA AGONÍA

 

En el programa de mano del año 1954, primero en el que figuran los actos de la Semana Santa, puede leerse: Martes Santo, a las 10 de la noche, procesión del paso de la Piedad, a cargo de los penitentes de la Cruz Roja, saliendo de Santa María (figura igualmente en la procesión conjunta del Viernes Santo); de esta lectura, y ha falta de otros documentos, se deduce que no tenía que ser la primera vez que procesionaba; la constitución oficial de la hermandad, aunque se desconoce con exactitud este dato, no se llevaría posiblemente a efecto, hasta el año 1958; durante este tiempo, es de suponer, se redacten los estatutos y se realicen los tramites para su legalización. La hermandad nace con carácter casi gremial ya que fueron un grupo de camilleros de Cruz Roja los que se encargaron de ella con la intención de que las personas vinculadas con esta organización fueran los integrantes de su lista. La imagen que procesionan es una hermosa talla del siglo XVII, de tamaño menor que el natural y de autor desconocido, aunque indudablemente de escuela castellana, cuenta con altar propio en la Parroquia de Santa María donde tiene su sede la hermandad.

 

Durante los años 54 y 55, y quizás los precedentes, procesionan el Martes Santo, siendo el año 56, al reorganizarse la Semana Santa, cuando pasan al Miércoles Santo, día que se mantiene hasta la actualidad. La historia de la hermandad transcurre normalmente, con pequeños matices; en el año 58, como queda dicho, se constituye oficialmente con el título de “Hermandad de Ntra. Sra. de la Piedad”; en el año 61 los actos se celebran en la iglesia de la Vera-Cruz, por estar en obras Santa María; en el año 64 se decide abrir las listas, para dejar ingresar a todos cuantos se sienten interesados en formar parte de ella, al no cuajar la idea inicial y suponer una limitación para su desarrollo, (al año siguiente deja de figurar en los programas “a cargo de penitentes de Cruz Roja”); en los años 60-70, atraviesan una crisis que la lleva casi a su desaparición; superada esta, en el programa de 1983 puede leerse: Miércoles Santo, 30 de Marzo, a las 9 de la noche, Solemnes Cultos con sermón en el 25 Aniversario de la Fundación de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Piedad, a las 9,30 Procesión con su imagen...; a partir de este momento, el sermón, quedará programado de forma continuada entre los actos de la hermandad; en el año 97 se acuerda que los actos se pregonen por las calles arandinas, poco antes de su celebración, para ello un grupo de cofrades, ataviados con sus hábitos, recorren las calles aledañas a la parroquia, donde al son de la carraca, se procede a la lectura del pergamino en el que se anuncian los cultos de la hermandad; en el año 2001, en la asamblea general, que tiene lugar el 25 de Marzo, se acuerda que la hermandad pase a denominarse “Hermandad Penitencial de Ntra. Sra. de la Piedad y Santísimo Cristo de la Agonía”, este año procesionan un segundo paso, proyecto largamente acariciado, se trata de un calvario en donde aparecen las imágenes de Cristo crucificado, nombrado de la Agonía, y a sus pies la Virgen María y San Juan; la imagen del crucificado procede de la capilla del antiguo cementerio de San Gil, que al cerrarse es trasladado a la parroquia de Santa María, es talla de este siglo, de autor desconocido, mientras que las imágenes de la Virgen y San Juan pertenecen al retablo mayor de San Juan Bautista, siglo XIV.

 

La hermandad comenzó con 25 hermanos y en la actualidad la conforman más de un centenar entre hombres y mujeres, que fue legalizado su ingreso el año 1983, no tienen banda de cornetas y tambores propia, pero cuentan con la colaboración de la banda de cornetas y tambores "Arcos del Duero"; su hábito, confeccionado en tela de raso, está compuesto de capuchón y túnica blanca, botonadura, cíngulo y capa de color rojo, guantes blancos y zapatos negros; en la esclavina del capuchón, bordado en rojo, y en la capa, a la altura del hombro izquierdo, bajo corona y bordados en blanco, el emblema de la hermandad, las iniciales del Ave María; se alumbran con cirio eléctrico.

 

Celebran su fiesta anual en el mes de Noviembre (último domingo del tiempo litúrgico ordinario, previo al primero del Adviento).

 

 

 

 

 

 

 

JUEVES SANTO

 

HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL MILAGRO

 

En el año 50 un grupo de amigos que se reúne en un conocido bar deciden formar una hermandad para procesionar en los días de la Semana Santa, posiblemente contagiados por los aires de cambio que se quiere dar a estos días santos en nuestra villa; buscan una imagen que sea de su agrado y encuentran en la capilla del asilo de ancianos desamparados, antiguo hospital de los Santos Reyes (Magos), un crucificado que cuadra con sus gustos; puestos en contacto con D. Julián del Olmo, capellán responsable de la imagen, comienzan con la tramitación y redacción de los estatutos siendo aprobados el 18 de Febrero de 1952, de esta manera nace la “Hermandad del Santísimo Cristo del Milagro”, primera de las hermandades “modernas” de nuestra Semana Santa. Cuando tienen que decidir que tipo de hábito van a llevar, uno de los fundadores, de origen valenciano, facilita documentación sobre la Semana Santa Marinera que les sirve de referencia, lo componen túnica tipo sotana, con botonadura delantera, ceñida con cíngulo, capa y capuchón, diseño que después recogerán el resto de hermandades, variando el color.

 

En el año 52 se celebra su primera salida procesional y así se programó: “Con motivo de la fundación de esta Hermandad y de acuerdo con lo propuesto en sus estatutos, se realizará su primera salida en solemnísima procesión del silencio en la noche del Jueves Santo. En el programa del año 53 se añade la siguiente nota: “La Hermandad del Santísimo Cristo del Milagro tomará parte en la Procesión del Santo Entierro del día de Viernes Santo, siguiendo las normas de la Junta Central de la Semana Santa.”

 

El Santísimo Cristo del Milagro es una talla de tamaño natural del siglo XVII, de escuela castellana y autor desconocido; la imagen pudo llegar a la capilla desde el vecino convento del Sancti Spiritus (hoy desaparecido) ya que en la desamortización del año 1835 las pertenencias del convento fueron repartidas por las iglesias arandinas. El título de este Cristo le viene dado por una leyenda que se cuenta sucedió durante la ocupación de los franceses en el año 1808 en que convirtieron los conventos en cuarteles militares, y de esta manera se relata: “Cuenta la tradición, que uno de estos soldados, llevado de su furia iconoclasta, ebrio de vino y cegado por el humo del incendio, puso sus manos sacrílegas en el rostro del Santísimo Cristo en ademán de descargar sobre él tremenda bofetada. La palma de la mano señaló milagrosamente sus cinco dedos en el rostro de Cristo y aquel brazo del nefando soldado quedó en el mismo instante seco y paralítico hasta el día de la muerte”.

 

En el año 54 la imagen se traslada a Burgos para su restauración y en el año 55 la capilla se convierte en parroquia con el título de Santo Domingo de Guzmán (en memoria del convento desaparecido); en el año 89 se aprueba de forma oficial la incorporación de la mujer a la hermandad y en el 94 se efectúa una nueva restauración;  en el 2005 incorporan una segunda imagen a su procesión, el nuevo trono irá presidido por “Cristo Atado a la Columna”, tallados en madera y realizado en los talleres Mesquida de Madrid.

 

La hermandad comenzó con 60 hermanos y en la actualidad la conforman más de 500 entre hombres y mujeres, contando con banda de tambores y cornetas propia. Su hábito, confeccionado en tela de raso, está compuesto de capuchón y túnica blanca con botonadura, cíngulo, capa y sandalias de color morado, guantes y calcetines blancos; en la esclavina del capuchón y en la capa, a la altura del hombro izquierdo, va bordado en color marrón, sobre fondo blanco, el emblema de la hermandad, que consiste en una cruz circundada por las letras S H M todo ello inscrito en una corona de espinas; se alumbran con cirio eléctrico.

 

Celebran su fiesta anual el último domingo de la cuaresma.

 

 

 

 

 

 

 

 

VIERNES SANTO

 

COFRADÍA DEL SANTO ENTIERRO DE CRISTO

 

Estamos ante la cofradía más antigua de las penitenciales. Se fundó, entre los siglos XVI y XVII, en el convento de San Francisco, extramuros de la villa, ocupando la capilla propiedad de Juan Cubillo.

 

El obispo arandino, D. Silverio Velasco, en su libro editado en 1925, Memorias de mi Villa y de mi Parroquia nos dice: “...Hacia el año 1759, con el fin de que en la tarde del Viernes Santo se pudiese celebrar la procesión del Entierro de Cristo, organizose en el Convento de S. Francisco una nueva cofradía, a la cual en sus comienzos prestó gran ayuda la de la Cruz. Como dicha cofradía del Entierro de Cristo tratase de representar la ceremonia del descendimiento de la cruz, y no tuviese para ello un Santo Cristo apropósito ni dinero para adquirirle, su tutora, la de la Cruz, de dos imágenes que tenia de Cristo crucificado mandó arreglar la una de suerte que pudiese servir para este efecto, comenzando en consecuencia a verificarse esta ceremonia en el año 1762, por entonces en la iglesia de San Francisco, de donde también salía la procesión del Entierro...”

 

En el año 1998 al buscar información para restaurar la imagen, se les facilita datos de un documento depositado en el archivo diocesano de Burgos, fechado en 1677, en el que se habla del traslado de la cofradía a la iglesia de Santa María, a modo de depósito; con este motivo los padres franciscanos, sin ningún tipo de reparos, les ceden la imagen, insignias y otras alhajas propias de ella, firmando dicha cesión el párroco de Santa María D. Manuel Esteban de Bedoya y dos comisionados por la cofradía, Manuel García de Quemada y Antonio Fernández, con la licencia del obispo de Osma D. Antonio de Isla; por lo tanto, y a falta de los libros iniciales (desaparecidos) no se puede asegurar cuál fue la fecha de fundación, pero lo que parece adivinarse, es que entre 1677 y 1759 la cofradía pudo pasar una crisis que la llevó a su desaparición, para volver, posiblemente, a refundarse en 1759.

 

El siguiente dato que nos da D. Silverio nos traslada hasta 1778 en que el obispo de Osma D. Bernardo Antonio Calderón visita los libros de la cofradía y en 1784 “...observa de cerca las costumbres y carácter propio de las funciones de las cofradías de Aranda y desde luego vio cuanto había decaído y degenerado de su primer espíritu aquella procesión del Jueves Santo...”,”...El Prelado no vio otro remedio posible más que la abolición de la procesión, y la suprimió...”,”...La cofradía del Santo Entierro de Cristo temió fundadamente que corriese la misma suerte la ceremonia que ella solía hacer del Descendimiento, y con el fin de autorizarla más, invitó al Cabildo de San Nicolás a que les hiciese él la función, como la hicieron en efecto, según parece, algunos años. Mas ello no obstó para que el señor Obispo, viendo que no se corregían los alborotos y abusos, acabase también por suprimirla...” (en 1786).

 

Finaliza sus citas diciéndonos que ”... En el año 1816 deseando los Hermanos de la cofradía del Entierro de Cristo restablecer la antigua  ceremonia del Descendimiento, y habilitada ya para el culto la iglesia de San Francisco, solicitaron del Sr. Obispo licencia para ello. Fueles concedida, mas con la expresa condición de que quedase inválida desde el momento en que se cometiesen abusos en meriendas y comilonas, y de que terminase la procesión antes de anochecer.

 

El convento de San Francisco, donde residía la cofradía, fue incendiado durante la invasión de las tropas francesas, que lo utilizaron como cuartel en el año 1808, salvándose la imagen y otras pertenencias de la cofradía que ya estaba establecida en la parroquia de Santa María pero perdiéndose toda la documentación que se conservaba en el convento; con la desamortización de 1856 el convento es abandonado definitivamente lo cual provocó su desaparición.

 

La imagen es una interesante talla de la escuela castellana del siglo XVII y autor desconocido; en su origen fue un Cristo crucificado en el trance de la agonía, transformándose en el siglo XVIII en Cristo articulado para poder celebrar la ceremonia del descendimiento, por lo cual se le modifican los brazos y la inclinación de la cabeza, se le cierran los ojos con cera y se le abre la llaga del costado; estos datos se conocen por la restauración a que fue sometido en el verano de 1998.

 

Contaba con altar propio en la iglesia de Santa María, hoy desaparecido, actualmente se le puede contemplar en la Capilla de la Misericordia donde se le puede ver dentro de una urna acristalada acompañado de la Virgen de las Angustias.

 

La cofradía conoce, por un inventario de 1858, que tuvieron, entre otras pertenencias, una imagen de la Virgen de las Angustias, de la cual no se sabe más; en el año 2000 llega a sus manos la imagen de una Virgen Dolorosa procedente de la iglesia del Corazón de María, que al ser derribada, es trasladada al convento de monjas bernardas; al tener estas que abandonar la villa de Aranda, la regalan a un particular que a su vez la dona a la cofradía, procesionándola ese año con el título de Virgen de las Angustias, en recuerdo de la desaparecida; la imagen es una talla de vestir, realizada por el escultor barcelonés D. José Rius en el año 1921, su altura es algo menor que el natural. La imagen fue restaurada en el año 2000.

 

La cofradía procesiona la tarde del Viernes Santo tras el sermón del descendimiento (representación que recuerda los autos sacramentales del siglo de oro), la ceremonia se lleva a cabo en el altar mayor de la iglesia de Santa María, y a las indicaciones del predicador, dos cofrades, llamados “santos varones” van desclavando y descendiendo a Cristo de la Cruz, mientras otros dos lo reciben en el suelo para colocarlo en las andas procesionales a modo de Santo Sepulcro. Cuando en el año 1950, se intenta revitalizar la Semana Santa, con la creación de nuevas hermandades, la procesión del Santo Entierro se ve engrandecida con el acompañamiento de todas ellas.

 

Se desconoce, como es lógico, con cuantos hermanos se fundó, pero en la actualidad la conforman más de 400 cofrades entre hombres y mujeres, que fue autorizado su ingreso en 1972; cuenta con banda de tambores y cornetas propia; su hábito es el más antiguo de todos los que se lucen, ya que la cofradía ha conservado el estilo que tuvo desde sus inicios, consta de túnica y capuchón negro, cíngulo amarillo y rosario de grandes cuentas de madera anudado al cíngulo, zapatos y guantes negros, en la esclavina del capuchón, delantera y trasera, el emblema de la cofradía, una cruz blanca en tela aplicada; se alumbran con cirio de cera y no celebran fiesta anual.

 

 

 

 

 

 

 

 

SÁBADO SANTO

 

COFRADÍA DEL SANTO CRISTO DE LA SALUD Y

NUESTRA SEÑORA VIRGEN DE LA SOLEDAD

 

En el año 1557 el obispo de Osma, D. Pedro Álvarez de Acosta, pide a la orden de dominicos que se haga cargo del convento que piensa construir en Aranda de Duero con el nombre de Sancti Spiritus. D. Pedro, hombre de gran sensibilidad artística, encarga a los mejores artistas de la época la ejecución, tanto de la obra de fábrica como la de sus ornamentos, incluidos los retablos y tallas; el 8 de Abril de 1562 se consagra el altar mayor por el propio obispo.

 

La imagen del Santo Cristo de la Salud es obra del siglo XVI, contratada posiblemente por D. Pedro, ya que se encargó de forma muy directa en todo lo referido a esta fundación; lamentablemente la identidad de su autor nos es desconocida pero está muy relacionada con los seguidores de Juni y Becerra, aunque guarda ciertas semejanzas con las obras de Esteban Jordán; en cuanto a la cofradía, y a falta de datos, ya que los estatutos y primeros libros desaparecieron en el saqueo que sufrió el convento durante la francesada, podemos aventurar que pudo fundarse en la amplia franja que estaría comprendida entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del XVII celebrando sus actos el 14 de Septiembre para festejar la Exaltación de la Santa Cruz.

 

La misión principal de la orden dominica es la de predicar el mensaje de Cristo, por esta razón las pláticas de sus cultos gozan de justa fama. En el convento de Aranda se celebraba la tarde-noche del Viernes Santo el sermón dedicado a la soledad de la Virgen María, (en el año 1698 un cronista local habla en sus escritos sobre la celebración del sermón a la soledad de la Virgen), y por alguna razón que se desconoce y en fecha que tampoco se puede precisar es la cofradía  del Santo Cristo de la Salud, quizás a petición de los mismos frailes, la encargada de su organización, quedando vinculado este acto a la cofradía hasta nuestros días; aunque se ignora el momento de las primeras procesiones, de ellas se sabe que a finales del siglo XVIII o principios del XIX se celebraban con una imagen vestida, de pequeño tamaño, hoy desaparecida.

 

En el año 1808 y ante la llegada de las tropas francesas a la villa los dominicos abandonan el convento y en el 1812 es parcialmente quemado salvándose afortunadamente la iglesia, en el 1814 regresan los dominicos tras la marcha de los franceses encontrándose el edificio en lamentables condiciones. Durante los años de la ocupación francesa la imagen se veneró en la parroquia de Santa María a donde había sido trasladada por la cofradía, retornando a su retablo el año 1819 a pesar de lo precario del edificio.

 

Tras intentar levantar lo derribado y recuperar lo perdido los dominicos reciben el golpe final con la desamortización y la exclaustración del año 1835. Al quedar clausurado el convento, hoy desaparecido, la cofradía traslada de nuevo la imagen a la parroquia de Santa María de forma provisional ya que el retablo fue trasladado a la parroquia de San Juan Bautista y colocado el 21 de Febrero de 1836 en la capilla de D. Isidro Calderón, más conocida por “Las Calderonas”, con el oportuno permiso de sus propietarios, pero cuando la cofradía quiere recuperar la imagen para trasladarla a San Juan, donde querían establecerse, reciben la negativa de Santa María; esta desagradable situación se mantendrá hasta el año 1869 en que se decide trasladar el retablo a Santa María donde quedará la cofradía hasta nuestros días.

 

Definitivamente asentada, los actos litúrgicos se normalizan, celebrando la noche del Viernes Santo el sermón a la Virgen de la Soledad seguido de una corta procesión, que da la vuelta por la Plaza Mayor, acompañada de los cofrades vestidos de calle y con cirios de cera, y en el mes de Septiembre la fiesta del Santo Cristo de la Salud con sus vísperas, celebración de la eucaristía, el día principal, y misa de difuntos al día siguiente, tras la cuál se celebraba el cabildo anual. Solamente se realiza procesión con su imagen los años en que la iglesia celebra efemérides de relevancia especial, como fue el 23 de Noviembre de 1913 que procesionó en las celebraciones de las Fiestas Constantinianas (XVI centenario de la paz de la iglesia); posteriormente y según los programas de mano de Semana Santa vuelve a procesionar los años 1957, el Viernes Santo por la noche, y 1959, el Martes Santo en el Vía-Crucis; aunque se anuncia su salida para el año 1960 el libro de actas nos dice que la cofradía decide finalmente no procesionarlo.

 

En el año 1950 Doña Marta Berdugo Seijas regala a la cofradía la actual imagen de la Virgen de la Soledad con su ropa procesional, en un momento que en Aranda se quiere dar a la Semana Santa mayor realce; para colaborar en este proyecto la cofradía se hace hábitos de nazareno, eligiéndose túnica de color blanco con botonadura y cíngulo negro, capirote negro adornado con bordado en la esclavina que representa a la Virgen, consistente en un corazón de color rojo traspasado por siete espadas y coronado con el emblema del Ave María y capa negra con bordado sobre el hombro izquierdo que representa al Santo Cristo de la Salud, consistente en una cruz de color morado en el interior de una corona de espinas de color marrón, el hábito va confeccionado en tela de raso y se completa con guantes, zapatos negros y cirio eléctrico. La Virgen de la Soledad fue realizada en Madrid por el escultor D. Víctor González Gil, su estilo es el de una imagen de candelero para vestir; este escultor realiza el año 1954 la canastilla en madera dorada del trono procesional según el modelo que se le facilita, por fotografía, del trono de la Magdalena de Andújar, (Jaén).

 

En 1989 se traslada, de forma estable, la procesión de la noche del Viernes Santo a la tarde-noche del Sábado Santo motivado por el amplio horario de la procesión del Santo Entierro.

 

En febrero de 1995 se restauran la canastilla del trono procesional y la imagen de la Virgen de la Soledad y en el verano del 2000 se restaura la imagen del Santo Cristo de la Salud, desfilando en procesión juntas el Sábado Santo de forma continuada a partir de este año, según acuerdo de la cofradía.

 

En la actualidad la cofradía está integrada por más de 400 cofrades, hombres y mujeres, estas últimas son admitidas como integrantes el año 1988. Los actos de la cofradía consisten en acudir a la procesión del Viernes Santo y el sermón de la Soledad y procesión con las imágenes de Ntra. Sra. Virgen de la Soledad y el Santo Cristo de la Salud la tarde-noche del Sábado Santo.

 

Celebra su fiesta anual en Septiembre, el fin de semana posterior a las fiestas patronales.

 

 

 

 

 

 

 

 

DOMINGO DE PASCUA

 

COFRADÍA DE LA MISERICORDIA o Ntra. Sra. DE LAS CANDELAS

 

Según nos dice D. Silverio Velasco en su obra “Memorias de mi villa y de mi parroquia”, las cofradías de la Vera-Cruz y Misericordia son la consecuencia de las cofradías de la Caridad instituidas por el Cid Campeador en el asedio a Toledo, tenían como fin asistir a las exequias y sepultura de los que sucumbían en el cerco, siendo su emblema una cruz verde que formaban con dos ramas de árbol.

 

“... En Aranda es posible que no sólo la de la Cruz en S. Juan, sino también la de la Misericordia en Sta. María estuviesen inspiradas en ese mismo modelo...”, y nos asevera un poco más adelante, “...Otro tanto puede decirse de la cofradía de la Misericordia, la cual en su nombre se parece más aún que la de la Cruz al primitivo que tuvo la atribuida al Campeador, en sus ordenanzas prescribe que “si algún pobre muere fuera del hospital se muñirá (se tocará) por él, y la cofradía le dará mortaja, y mandará hacer la sepultura, y le honrará como a cofrade, y si se ajusticiare a algún hombre, lo mismo”; y finalmente en su simbolismo adoptó la insignia de una cruz verdosa formada por dos nudosas ramas de árbol, como puede observarse en el reverso de la primera vitela en el precioso ejemplar de sus ordenanzas que aun conservan del tiempo de Carlos I. Porque no ha de juzgarse por esta última circunstancia, que esta cofradía se fundara en Aranda, cuando se redactaron sus ordenanzas de 1532, ya que al contrario, por el contexto de ellas se da a entender la mayor antigüedad de la institución...”

 

No hay noticias de donde pudo tener su sede la cofradía en este tiempo, aunque por el siguiente apunte, parece ser que no tenían lugar estable ni imagen, “... Mostró (Diego Martínez de Oviedo) así mismo especial afecto a la cofradía de la Misericordia, y en prueba de él, habiéndose acordado, siendo él su Abad, que siempre que los hermanos se reuniesen en junta se celebrase una misa en la iglesia donde fuese la reunión, que solía ser en la ermita de S. Lorenzo, ofrecióse él a celebrarla o costearla mientras viviese.

 

Bajo su protección próspero quizá como nunca, esta cofradía...”, entre los siglos XV y XVI se edifica la iglesia de Santa María y una vez terminada vemos como la cofradía pasa a residir de forma estable a ella, por la siguiente nota, “... Rivalizaba en celo por la prosperidad de esta cofradía, el cura de Arauzo, Sebastián Daza, natural y vecino de Aranda, el cual, aparte de otras limosnas que hizo a la parroquia (de Santa María), dejó a la cofradía una renta anual de cuarenta fanegas de pan, con obligación de dotar cada cierto tiempo una huérfana de cofrade, construyó (en 1523) para la cofradía la capilla, llamada entonces de Sta. Ana, debajo de la torre, y en ella fundó una capellanía y varias memorias...”

 

La cofradía sigue celebrando su festividad el 2 de febrero. Durante los tres días, como es habitual en todas las cofradías de gloria, celebran: el día anterior, vísperas; el día principal, misa, con la bendición de las candelas, y procesión; y el último día, misa de difuntos y cabildo.

 

La imagen de la Virgen de la Misericordia o las Candelas, a falta de documentos y datos técnicos, pudiera ser del siglo XVI, ¿se realiza cuando se crea la capilla en la iglesia de Santa María?, transformada para vestir, seguramente, en el siglo XVII, cuando se impuso esta moda; su altura es aproximadamente de un metro, pero si nos fijamos en el diminuto rostro de la Virgen, podemos adivinar que la talla original es de inferior estatura y que se la aumentó a la hora de la transformación, practica también habitual; los brazos y manos, así como el niño Jesús que porta en su brazo, serian igualmente del siglo XVII, quedando anulados los originales al transformarla.

 

Su imagen pasó de la primitiva capilla, a la capilla absidal de la nave del evangelio; en la actualidad se la puede ver en un retablo bajo el coro. Se desconoce, como es natural, con cuantos cofrades se fundó, en el día de hoy ascienden a cerca del centenar entre hombres y mujeres; no tienen hábito, desfilando sus cofrades en traje de calle y alumbrándose con cirios de cera. Desde época desconocida la cofradía celebra el Domingo de Pascua de Resurrección “La Bajada del Ángel".

 

 

 

 

 

 

 

DOMINGO DE PASCUA

 

HERMANDAD DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

 

En el año 2017 se gesta esta nueva hermandad formada principalmente por gente joven que desean recoger el testigo de la Coordinadora a la hora de organizar la procesión del resucitado y de paso dar mayor realce al día más importante de la Semana Santa.

 

Realizan su primera salida procesional el Domingo de la Pascua de 2018 con medio centenar de hombres y mujeres cofrades que eligen para procesionar hábito y capa de raso color blanco con las vista, el cíngulo y capelina con capucha de color amarillo-dorado, zapatos negros y barita de junco con lazo blanco y amarillo.

 

En cuanto a la imagen de Cristo Resucitado, es una espléndida talla del siglo XVII, en madera de pino, de escuela castellana y autor desconocido, pero que nos recuerda a la imaginería de Gregorio Fernández y Juni a los que sin duda admiraba y copiaba; su estatura es ligeramente inferior del natural, y su originalidad viene marcada por estar Cristo pisando la serpiente símbolo del diablo y de la muerte, en una postura triunfante sobre ella; al ser tratada y limpiada en al año 2005, para formar parte del museo sacro de San Juan, queda al descubierto un círculo sobre su pecho que marca el hueco, hoy cerrado, que sirvió en su tiempo para alojar al Santísimo, a modo de custodia, y de esta manera procesionar el Domingo de Pascua, según cita en el “Libro de Cosas Notables”, el cura de Santa María, D. Juan Martínez de Soto Sancho, (que va desde 1698 hasta 1834); posiblemente fue una adquisición de la parroquia para dignificar la procesión de la Pascua durante estos siglos, ya que lo habitual en todos los lugares era celebrarla con el Santísimo expuesto en la custodia como el día del Corpus, (en este tiempo no se celebraba todavía la “Bajada del Ángel”).

 

En el año 2019 la imagen se traslada al centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León que se encuentra en la localidad de Simancas para someterla a una profunda restauración, en la que se reintegran algunos elementos perdidos en manos y pies así como se procede a recuperar la policromía original eliminando los repintes de inferior calidad, se descubre en la espalda la oquedad que se utilizaba para acceder y depositar el Santísimo en el pecho. La imagen, que actualmente se puede venerar en la iglesia de Santa María, es portada en andas por esta nueva hermandad que con mucha ilusión querían mostrarla en el 2020 y no pudo procesionar hasta la Semana Santa del 2022 debido a la pandemia del Covid-19

 

Celebran su fiesta anual en la Octava del Corpus-Christi.

 

 

 

 

 

 

LA BAJADA DEL ÁNGEL

 

Los actos de la Semana Santa concluyen con la esperada y siempre excitante, para los arandinos, “Bajada del Ángel”. Se celebra el Domingo de Pascua de Resurrección ante la fachada principal de la iglesia de Santa María, templo gótico del siglo XV, cuya hermosa portada fue mandada construir por los Reyes Católicos a inicios del siglo XVI. El acto es una reminiscencia de los autos sacramentales de la edad de oro, sin que exista documentación que refleje su origen ni se conozca desde cuando se celebra. Posiblemente la importancia que tuvo la cofradía de Las Candelas y su situación privilegiada, frente a las demás, la hicieron mentora de esta escenificación.

 

Con tiempo de antelación, la cofradía se encarga de buscar un niño o niña que deseen “interpretar” el personaje de ángel, puede ser o no hijo de algún cofrade, la única condición es tener una edad entre los 3 y 4 años. El Sábado Santo por la mañana tiene lugar el ensayo “in situ”, colgando primeramente una pesa, con el peso aproximado de la criatura, una vez comprobado que todo funciona a la perfección se sujeta al niño con el arnés y se le eleva para comprobar que no teme a las alturas a la vez que se le indica como tiene que realizar su cometido; ni que decir tiene que ha pesar de ser un ensayo, toda la gente que en esos momentos transcurre por la calle, que es mucha por ser día de mercado, permanecen expectantes ante ello.

 

En los días precedentes a la Semana Santa, los empleados municipales se encargan de montar la tramoya necesaria para el acto; en la fachada de la iglesia, se cuelga un cubo cuadrangular, pintado de azul con nubes blancas, semejando el cielo, donde caven aproximadamente tres o cuatro personas y al que se accede a través de una escalera de mano; desde la iglesia y hasta las casas de enfrente se cruzan, a una altura aproximada de 7m. Las maromas por las que abra de deslizarse la nube o globo, objeto de forma ahuevada dividido en dos mitades, y al que se le deja oculto en el interior de la tramoya; el sistema de cordelerías y poleas es manejado, llegado el momento, desde ambos extremos, en una longitud aproximada de 18m. por los propios cofrades.

 

Amanece el Domingo, desde temprana hora la gente empieza a buscar sitio en la reducida Plaza de Santa María, donde se producirá el encuentro entre Cristo Resucitado y su Madre. La ceremonia transcurre en muy breve espacio de tiempo, pero está llena de contenidos simbólicos, no hay que perder detalle; los cohetes anuncian que llega el momento, decenas de palomas levantan el vuelo sobresaltadas por los estampidos y el bullicio del gentío que llena a rebosar la plaza.

 

El acto comienza con la salida en procesión de la Hermandad de la Resurrección de Cristo, acompañado del clero, corporación municipal y banda, tras el recorrido procesional entrara a la plaza para esperar a la Virgen que saliendo por la puerta del perdón cubierta con un velo negro de luto, y acompañada de sus cofrades precedidos por el blanco pendón de la cofradía, la situaran calle abajo frente a Cristo, el cofrade que lleva el pendón, avanza hacia él realizando en el trayecto, a modo de salutación, tres reverencias, inclinándole hasta el suelo, en recuerdo de las tres caídas de Cristo camino del Calvario, los portadores de las andas realizan la misma acción con la imagen de la Virgen y al finalizar la colocan bajo las maromas por las que ha de deslizarse el ángel; en estos momentos todas las miradas se dirigen hacia la fachada de Santa María donde se encuentra el decorado y donde previamente han subido al angelito.

 

Cuando se abren las puertas del “cielo” de donde vendrá el anunciador de la buena nueva, el murmullo aumenta, el globo o “nube” en la que va encerrado el ángel empieza a deslizarse por la maroma camino del centro de la plaza y cuando llega al punto donde se encuentra bajo él la imagen de la Virgen, para su caminar, abriéndose en dos y entre multitud de confeti, que pinta de colores el aire de la mañana, aparece el ángel, descalzo, en señal de pureza, y con dos palomas en sus manos que suelta a las alturas en símbolo de paz, el pequeño comienza a mover sus brazos y piernas en clara muestra de alegría mientras va descendiendo hasta la Virgen y una vez llegado a su altura, con la mano derecha agarra el velo mientras que con la izquierda se quita la corona de flores que lleva en la cabeza, como salutación a la reina de los cielos, mientras es ascendido hacia lo alto, momento cumbre en el que María contempla ante ella a su Hijo Resucitado, la gente prorrumpe en aplausos y la banda de música municipal entona el himno nacional, el “ángel”, sin dejar de mover brazos y piernas, agitando el velo de luto en el aire, es ascendido y descendido numerosas veces entre el júbilo popular que le premia, su ágil pataleo, con numerosos aplausos; descendido, finalmente, se le calza y se deposita el velo negro en una bandeja que, el angelito,  portara durante la procesión, situándose bajo las andas de la Virgen; tras inciensar, el sacerdote que preside la ceremonia, las imágenes, la comitiva realiza una procesión conjunta que concluye en la iglesia de Santa María donde se celebra la misa solemne de Pascua.

 

La imagen de la Virgen de la Misericordia o las Candelas, a falta de documentos y datos técnicos, pudiera ser del siglo XVI, ¿se realiza cuando se crea la capilla en la iglesia de Santa María?, transformada para vestir, seguramente, en el siglo XVII, cuando se impuso esta moda; su altura es aproximadamente de un metro, pero si nos fijamos en el diminuto rostro de la Virgen, podemos adivinar que la talla original es de inferior estatura y que se la aumentó a la hora de la transformación, practica también habitual; los brazos y manos, así como el niño Jesús que porta en su brazo, serian igualmente del siglo XVII, quedando anulados los originales al transformarla; para la procesión de febrero, lleva en su mano derecha una vela o “candela” encendida, y en el brazo izquierdo a su hijo Jesucristo niño, para el acto de la bajada del ángel, se la retiran ambos símbolos, llevando las manos y los brazos vacíos; se la adorna con una aureola de flores, que luce solamente el día de la Pascua, cuyo fin principal es que no se la enganche el velo negro, que ha de retirar el “ángel”, en la corona. La virgen viste de blanco en ambas festividades.

 

 

 

 

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